Abstract
El reconocimiento de caras a través de vídeos o fotografías, junto con el trabajo colectivo de las redes sociales, facilita la labor de la policía en atentados como el del maratón de Boston. La Universidad del Estado de Michigan (EE UU) ha realizado un estudio en el que demuestra que las últimas tecnologías de reconocimiento facial consiguen identificar a uno de los dos sospechosos del atentado. Entidades de investigación como la noruega Sintef también han cambiado su manera de trabajar debido a las redes sociales y a la gran cantidad de datos disponibles en internet. Por Carlos Gómez Abajo.